En 112 años de fecunda vida puede decirse que Vélez es mucho más que fútbol. Las marquesinas del deporte más popular de la Argentina por supuesto que ilumbran con esplendor la historia de El Fortín, pero también el resto de sus disciplinas deportivas y por supuesto las aristas culturales y educativas que erigen a la Institución. Este domingo por la noche en el Salón Bajo Oeste quedó demostrado con una gran presentación del mundo artístico y musical.
Con la dirección del maestro Adrián Enríquez, la Orquesta del Conservatorio Manuel Falla interpretó un nutrido repertorio de populares tangos y milongas, mientras las parejas de baile de la compañía Reviviendo y las voces de la orquesta se turnaban para acompañar a la música. Así pasaron Pavadita, La Cantina, Marioneta, un enganchado de Gricel y María, entre otras piezas.
El cierre, al ritmo de Taquito Militar, se prestó para que el público se acercara a bailar. Y la pista se convirtió en escenario para las parejas que siguieron bailando durante dos horas más, disfrutando de una noche diferente en Liniers.
GALERÍA DE IMÁGENES

La Orquesta del Conservatorio Manuel Falla en todo su esplendor.