Cultura

Coro: Voces que nunca se callan

Hay voces que nunca se callan, incluso sin estar juntas reunidas, continúan sonando. Es el caso de los integrantes del Coral Vélez Sarsfield que pese al confinamiento, armonizan sus tonos a la espera de volver a brillar.

Adriana Plot junto a los integrantes del Coral, en una de las tantas presentaciones donde dejaron en alto el orgullo de pertenecer a Vélez.
Por Diego Guitian

Es tiempo de sembrar paciencia y esperar. Mejor dicho, saber esperar potenciando otras capacidades. Si la razón de existir de un Coro es reunirse para explotar el potencial armónico de las voces que los componen, dadas las circunstancias actuales, se torna difícil el encuentro.

El Club lleva más de cuatro meses cerrado a causa del aislamiento social, preventivo y obligatorio pero así todo la agrupación musical que lidera Adriana Plot, no deja de ensayar. Los encuentros virtuales son el nuevo medio a los que deben ceñirse para lograr el encuentro grupal. Y aunque conscientes de las limitaciones que eso conlleva, encuentran estímulos para superar los resabios del confinamiento.

"Mantenemos los mismos días de ensayo como en la Institución, en este caso los lunes de 19 a 21hs, no más tarde porque al estar cada uno en sus casas, los coreutas deben compartir ambientes con familiares y se complica a veces", destaca la Directora y prosigue: "Tratamos que los ensayos por Zoom sean como los que hacíamos en el Club, que no se pierda el vínculo por eso charlamos entre todos previo a comenzar, nos distendemos; eso es muy importante. Después sí empezamos con la relajación, ejercicios con el cuerpo y hacemos las vocalizaciones. Cada coreuta cierra el micrófono y yo voy cantando las partituras porque no hay forma de trabajar sin que exista el típico delay de las conexiones virtuales".

Como rasgo distintivo, el Coro abriga un enorme valor social y hace adquirir conciencia de nuestra personalidad respetando la del compañero. Cada integrante desarrolla la misión que le corresponde y esa función que lleva a cabo es tan importante como la que le compete a todos los demás. El Coral Vélez Sarsfield ha desplegado su calidad artística en cientos de salas, centros culturales y parroquias de nuestra ciudad y del interior del país. Superado el aislamiento, planean volver a brillar.

"Ojalá volvamos a ser tan buenos cómo éramos antes. Cuando pase la pandemia realizaremos un pedido de voces jóvenes y seguramente volveremos a ser lo que fuimos, una gran agrupación de calidad entre los coros de Clubes".

Plot subraya cómo se organizan cada lunes, poniendo el acento en algo que la sorprendió pese a estar aislados: "las partituras las paso en formato PDF y por whatsapp les envío el audio cantado. Luego ellos las ensayan y yo los escucho a ver cómo les sale. Siento que están estudiando mucho más que antes las partituras y eso es algo que rescato, porque estudian más y en menor tiempo".

Aquellas Pequeñas Cosas de Joan Manuel Serrat, la cueca de la Viña Nueva (interpretada históricamente por Los Chalchaleros) y el blues Desconfío de Pappo, son las canciones que hoy en día está ensayando el Coral. "Ahora vamos a empezar con Zamba a Monteros de Chango Nieto y Todos los Días un Poco, de León Gieco. Veremos más adelante de hacer algo en inglés", comenta Adriana sabiendo que "nada se compara a estar juntos, abrazarnos, reírnos, pero esta virtualidad nos mantiene unidos y supimos superar los inconvenientes de cada uno. Una vez concluida la pandemia, el trabajo será ensamblar las voces. Noté mucho compromiso de todos y eso superó mis expectativas".

La historia de la Directora del Coro con El Fortín se remonta a mucho antes de su inicio laboral en la Institución, fechado el 6 de abril de 2006. "Vélez es el Club de mis amores porque me hice fanática gracias a una sobrina. Previamente, al desarrollar mi anterior trabajo, pasaba por el club a almorzar y recuerdo las charlas con José Luis Chilavert en la confitería. ¡Chila es mi ídolo! Cuando me ofrecieron llevar adelante el Coro no lo podía creer, era un desafío enorme. Empecé de la nada, con cinco coreutas y con el tiempo logramos ser un agrupación de primer nivel, por eso estoy muy agradecida a todos los integrantes que pasaron".

Paciencia y saber esperar. De eso se trata. Hay voces que nunca se callan y pronto volverán a sonar en el Tercer Piso del Club cada lunes.