Vélez firmó de manera categórica su pasaje a los cuartos de final de la CONMEBOL Sudamericana. La goleada ante Deportivo Cali en Colombia, entró en la historia por el paso que dio el equipo que comanda Mauricio Pellegrino y por ser el primer equipo argentino en marcar cinco tantos en tierras cafeteras.

El triunfo en el Estadio José Amalfitani por la ida de octavos, con el doblete de Thiago Almada y un gigante Lucas Hoyos atajándole el penal a Carlos Lizarazo a minutos del final, le daban un buen plafón al equipo para ir con confianza en la búsqueda de la clasificación a una nueva instancia.

Así llegó Vélez a Cali. Golpeado por las bajas de los jugadores en cuarentena y la lesión de Marcos Enrique; como también por la derrota del fin de semana por la Copa Diego Maradona ante Gimnasia que lo relegó en la Zona 6. Sin embargo, el ánimo alto del grupo demostró una vez más que está bien fuerte.

En un terreno de juego muy difícil por lo irregular (era imposible dominar la pelota sin que pique para todos lados), fue el conjunto argentino el que terminó haciendo pie de mejor manera.

Desde el minuto uno, el Cali se propuso ir en busca del descuento en el global, mientras que Vélez se paró en su campo, con presión sobre la salida y unas rápidas contras. Las cartas estaban echadas.

Pero el primero que golpeó fue la visita. Producto de la presión en la salida del rival, Janson forzó el error de Menosse y se metió en el área para definir cruzado con la marca encima y con González dando pasos achicando espacios. Un grito de desahogo en la noche colombiana para un Vélez que sueña en grande, con un abrazo generalizado ante el gol del extremo.

Pero el equipo fue por más. A pocos minutos de la ventaja inicial, fue nuevamente Lucas Janson el que amplió el marcador. Córner desde la izquierda que atravesó el área y quedó en los pies del delantero que de primera volvió a cruzar el remate para un delirio total, que provocó un pique frenético de Pellegrino para ir en busca del abrazo con sus jugadores. Vélez golpeaba y merecía con creces esa ventaja.

En un descuido, el Cali encontró el descuento. Palavecino se sacó marcas en la puerta del área y le cruzó el remate a Borgogno. El verdolaga avisaba que no había lugar para descuidos, aunque debía marcar cuatro goles más para aspirar al pase.

Vélez tuvo chances de ampliar esa ventaja, sin embargo, se fue al descanso con un importante triunfo por la mínima.

En el complemento volvió a golpear primero el conjunto fortinero. Luis Abram aprovechó el resbalón de Darwin Andrade en el área y de derecha cambió el yerro por gol. Todo Vélez volvía a abrazarse celebrando lo que comenzaba a ser un pasaje a cuartos consumado.

A partir de allí, el Flaco movió el banco y agotó rápido las cinco variantes. Hasta se dio el gusto de cuidar piernas pensando en el sábado y hacer debutar al pibe Nicolás Garayalde.

El Deportivo Cali, preso de su impotencia y de un nivel distante al que lo trajo hasta esta serie, abusó de la pierna fuerte y se quedó con nueve jugadores.

Así lo aprovechó Vélez que con dos contras finalizó la contienda. Fue Cristian Tarragona el encargado de canjear por gol, las dos últimas jugadas del equipo y así rubricar la histórica goleada.

Un gran triunfo para un equipo que sueña cada vez más en grande. Otro paso importante y firme en el camino por la reconquista del continente. ¡Arriba, Fortín!