Torazo en rodeo ajeno. Así puede definirse la actuación de Vélez en su visita al Florencio Sola, escenario en el que no lograba imponerse desde 2015. 

Ganó porque supo golpear en momentos claves y se defendió con inteligencia sin necesitar refugiarse en su propio campo. Muestras de carácter y contundencia fueron suficientes para coronar tres puntos vitales y subirse al lote de arriba de la Zona 1.

El partido inició con los dirgidos por Gustavo Quinteros yendo al frente. Por la punta izquierda de Banfield, un anuncio que se repetiría en los dos goles fortineros, logró meterse al área Brian Romero quien sacó un centro atrás que de primera no pudo empalmar bien Rodrigo Piñeiro.

El 1-0 llegó a los 16 minutos. Pase perfecto, como con la mano, de Claudio Aquino para Francisco Pizzini que al llegar al fondo levantó el centro que Romero cabeceó al gol ganando entre los centrales Maciel y Quiroz. En posición de 9, el delantero de 32 años no perdonó y de pique al suelo ajustició a Marcelo Barovero.

Banfield sintió el impacto y tardó en acomodarse, de hecho en ese interín el propio Romero y Aquino probaron de media distancia aunque sus intentos se fueron por encima del horizontal. De lado local, un cierre providencial de Joaquín García impidió que defina Milton Giménez y seis minutos después llegó el empate: Brian Galvan se perfiló en el vértice izquierdo del área grande y marcó un golazo a colocar contra el segundo palo de Tomás Marchiori.

Ya en el segundo tiempo, el Taladro empezó a merodear el área fortinera pero solo mediante balones largos para sus dos tanques de arriba. Quinteros rápidamente buscó que sus dirigidos reaccionen y mandó a la cancha a Thiago Fernández, de muy buen ingreso. Así, las chances se fueron sucediendo de ambos lados, porque Valentín Gómez y Aquino vieron como por muy poco sus envíos se fueron arriba del horizontal. Y en el otro arco, Marchiori desbarató al córner con una estupenda volada un tiro libre de Ignacio Rodríguez.

El partido estaba abierto para cualquiera de los dos y Vélez volvió a perforar la punta izquierda del Taladro. Joaquín García jugó hacia adelante un balón que rebotó en Quiroz y Christian Ordoñez intercedió para que el lateral vuelva a tomar la conducción y habilite a Romero, quien ni lerdo ni perezoso sacó un fortísimo remate cruzado que dejó sin reacción a Trapito para el 2-1 a los 27´.

Con el correr de los minutos Banfield entró en desesperación y comenzó a levantar pelotas largas sin mayor precisión, mientras Lenny Lobato tuvo la chance de ampliar la ventaja, sin emargo su disparo se fue afuera luego de una gran jugada de Thiago Fernández.

Ganó El Fortín, por oportunista y tenaz en su búsqueda. No precisó marcar en los instantes previos del final, hoy le alcanzó con capitalizar sus conquistas cuando el partido estaba abierto y así volverse para Liniers con una victoria que ilusiona a cuatro fechas de concluir la etapa clasificatoria de la Copa de la Liga.

El sábado en casa habrá otra "final" para seguir escalando y soñar con el acceso a los Cuartos de final. 

¡VAMOS, VÉLEZ SARSFIELD DE MI VIDA!