El Fortín no pudo dejar atrás el sabor agrio que dejó el empate ante Tigre, y esta noche en San Miguel de Tucumán sumó una nueva igualdad que lo deja sin posibilidades de trepar a los primeros puestos de la Zona 1. 

Le costó mucho a Vélez imponer su juego pese a enfrentar a un rival que, cambio de entrenador mediante, es el último del grupo y sigue sin sumar victorias. Las altas temperaturas también formaron parte del encuentro y ambos conjuntos lo sintieron hasta el agotamiento.

La primera mitad ofreció un juego deslucido, sin un equipo que se erija protagonista hasta los 30 minutos. Recién a partir de ahí los dirigidos por Gustavo Quinteros empezaron a encontrar espacios a espaldas del doble cinco Acosta-Sanchez y generaron algunos avances en superioridad numérica que no terminaron bien. En la oportunidad más clara, Brian Romero dudó entre buscar el arco o habilitar a Rodrigo Piñeiro y Alexis Flores despejó en el área chica.  

El complemento continuó de igual forma, exento de peligro en las áreas. Con el correr de los minutos y pese a los cambios que buscaron darle mayor aire al equipo, Vélez fue perdiendo terreno y en los últimos 15 minutos el Decano empezó a llegar con frecuencia: en todas las chances Tomás Marchiori se agigantó y tapó cada arremetida para ser una de las figuras del partido.

Ya en tiempo de descuento, la polémica captó la atención en el Estadio José Fierro. Thiago Fernández llegó al fondo y sacó un centro atrás que Francisco Pizzini impulsó a la red con un remate de zurda, pero el árbitro Pablo Echavarría anuló el gol a instancias del VAR porque el balón se había ido por línea de fondo, justo antes que el juvenil volante saque el centro. 

Empate en tierras tucumanas, vuelta a Buenos Aires por la noche y a focalizarse en el martes frente a Rosario Central, con la mente puesta en conseguir un triunfo que devuelva la confianza conseguida un par de fechas atrás.

¡Vamos, Fortín!