Vélez goleó a Unión por 4 a 1 y se afirma en lo alto de la tabla de posiciones del Grupo B de la Copa de la Liga Profesional. De la Fuente, Bouzat, Orellano y Lucero anotaron los goles del triunfo. Calderón descontó para la visita.
Por Gabriel Montoreano
Vélez sacó pecho y se quedó con un triunfo vital, ante un rival duro, que llegó invicto al Amalfitani y terminó rendido ante la contundencia del marcador.
Como sucedió en los últimos encuentros, fue una incógnita anticipar el once inicial de Mauricio Pellegrino, que de un tiempo a esta parte, impuso una alta rotación partido a partido.
La titularidad de Agustín Mulet, la posición de Lautaro Giannetti corrido a la izquierda de la zaga y Agustín Bouzat, decididamente ocupado en hacer la banda natural de su perfil, fueron algunos de los puntos altos en el rendimiento individual del partido. Lucas Hoyos -el único integrante del plantel que completó todos los minutos en cancha en esta Copa-, fue otro de los puntales que sostuvo el triunfo. ¿Orellano?. Jugó 25 minutos, convirtió, asistió y generó todo lo que propuso Vélez desde que entró por Centurión.
El encuentro fue dinámico, abierto y con muchas llegadas a los arcos. Habían pasado sólo 5 minutos y Miguel Brizuela clavó un cabezazo en el travesaño tras un centro magistral de Ricardo Álvarez. Fue el aviso de lo que pasó en la jugada siguiente, Agustín Mulet, con un gran pase largo lo puso a correr a Centurión por la derecha y su centro rasante le quedó a Hernán De la Fuente, que pisó el área para definir ante un arquero que no pudo reaccionar. Fue el 1 a 0, en el amanecer del encuentro.
A partir del gol, el equipo se afianzó en el manejo de la pelota e impuso condiciones en campo rival. La más clara en ese lapso nació en los pies de Agustín Bouzat, que corrió hasta la medialuna y desvió su remate, pese a que Álvarez le pasó sólo por la izquierda como para definir.
La igualdad transitoria llegó a los 20 minutos en los pies de Franco Calderón, tras una serie de rebotes en el área y una posición adelantada de Juan Manuel García, que intervino en la jugada, para que le quedara servida al autor del tanto.
La paridad le permitió al tatengue recomponer sus líneas y salir del asedio que le impuso Vélez hasta el empate. En ese lapso, la más clara fue un centro que Hoyos rechazó con los puños hacia el medio, y de volea, desde afuera del área García reventó el travesaño; en el rebote el 1 fortinero volvió a ahogar el grito de gol.
A falta de 5 minutos para el cierre de la etapa inicial, el conjunto de Pellegrino logró salir de la presión y volvió a generar una jugada de claro peligro para el arco de Sebastián Moyano. Fue una combinación en velocidad entre Bouzat, Centurión y Janson, que terminó con un remate de Tarragona,que controló el arquero.
Pero la gran perla de la noche llegó a los 41 minutos, cuando después de doce toques en los que el equipo buscó, trianguló y aceleró cuando tuvo que hacerlo, Lucas Janson soltó la pelota para Bouzat, que entró a la carrera por la izquierda para definir cruzado y poner a Vélez otra vez arriba en el marcador.
La segunda parte tuvo al equipo visitante lanzado en búsqueda del empate. Salió a presionar alto desde el primer minuto y las aproximaciones al área ponían en apuros a Vélez, que por la presión o la necesidad de defenderse, se paró cada vez más cerca de Hoyos; pero listos para salir rápido de contra. La ansiedad rival por empatar hizo que se generaran espacios en el fondo, que resultaron una tentación cada vez que se recuperó la pelota.
Así, a los 15 minutos, Bouzat trianguló con Janson y Tarragona, en la primera escapada clara de la etapa, pero el último enganche del Chiqui, que le hubiese permitido quedar cara a cara con el arco, fue frustrado y terminó en un córner.
En la siguiente, la zurda de Ricky Álvarez activó otro alerta en el área de Unión, que hizo revolcar al arquero, varios jugadores se pasaron y no pudieron conectar el rebote.
Con el correr de los minutos, la tendencia se acentuó y a Vélez se le hacía cada vez más difícil cortar juego en mitad de cancha y Unión, desde los cambios iba una y otra vez, no siempre con peligro, pero sí defendiendo cerca de mitad de cancha.
La última participación de Ricardo Centurión fue una contra veloz con Janson y Tarragona, que al 9 le soplaron cuando estaba a punto de definir. Velez carecía de precisión en el último pase.
Llegó el momento de los cambios, Unión buscó con un doble pivote ofensivo llegar al empate y Pellegrino mandó a la cancha a Luca Orellano, que en la primera que recibió pateó al arco, desviado. En la siguiente, un slalom suyo por derecha le permitió entrar al área, se encimó con Janson y terminó abriéndole el pase a Tarragona, que no la esperaba y remató forzado. Afuera.
Un desborde de González que llegó al fondo, le sirvió el gol a Insaurralde y otra vez Hoyos, en la tapada del partido, a quemarropas dentro del área, ahogó el empate. Ese fue lo último de Unión en partido.
A los 40 minutos del complemento, Orellano arrancó en mitad de cancha, siempre hacia adelante, habilitó a Tarragona que remató cruzado y el rebote del 1 le cayó en los pies al rubio delantero, que acompañó la jugada y sin pararla, empujó a la pelota a la red. Fue el 3 a 1 y la sensación de que la victoria se puso a resguardo.
Y hubo tiempo para más. Una recuperación de Orellano en tres cuartos de campo rival, le puso mano a mano a Tarragona, que lejos de ser egoísta, habilitó a Lucero, para que el mendocino ponga la chapa final al partido. Triunfo, goleada y a seguir mirando a todos desde arriba.
Vélez defiende su ilusión con paciencia, despliegue y una idea que trata de afirmarse, pese a la rotación y a los altibajos que sufre dentro de cada partido. Resulta difícil adjetivar sobre gustos futbolísticos cuando las estadísticas son contundentes. El equipo ganó, goleó y sigue firme en la punta.