Encuentro de situaciones cambiantes se vivieron en La Plata, durante la tarde del domingo por la segunda jornada de Zona 6 en la Copa de la Liga Profesional.

Vélez y Gimnasia se repartieron puntos y los momentos para culminar un juego que al final estuvo para cualquiera de los dos.

El conjunto de Pellegrino llegaba en alza tras cerrar la clasificación a octavos de final de la CONMEBOL Sudamericana y con las ganas de sumar la primera victoria en la competencia doméstica.
De entrada nomás, el partido hizo un quiebre favorable al Fortín. Un gran pase de Ricky Álvarez desde el círculo central encontró a Ortega abierto a espaldas del lateral. Panchito pisó el área, mandó un centro al corazón del rectángulo dónde encontró a Thiago. Con una calidad enorme, el Guayo definió y puso a gritar a todo Vélez en el amanecer del partido.

Desde allí, el conjunto fortinero manejó el juego con tranquilidad, tratando de aplicar una presión alta para recuperar el balón. A Gimnasia, el tanto tempranero, le sumó desconcierto e imprecisiones, lejos del arco de Domínguez.

Sin embargo, con el correr de los minutos, el Lobo comenzó a generar juego en los pies de Matías García y José Paradela. Tuvo una clara en los pies del moreno Carbonero, pero que resolvió muy bien el arquero ecuatoriano.

Así, con alguna llegada aislada y sin sobresaltos, culminó la primera parte con un Vélez que ganaba el partido. Para el complemento, el Flaco mandó a cancha a Fernando Gago por Mancuello.

Nuevamente el juego dió un vuelco. A los ocho, una desinteligencia entre Gago y Giannetti le dieron la posibilidad a Contín de quedar cara a cara con Domínguez. Pupi lo bajó y Loustau no dudó: penal y roja. Matías García cambió el tiro desde los doce pasos por gol y el encuentro quedó igualado, pero Vélez con un hombre menos.

Desde allí fue al equipo de Pellegrino al que le costó entrar en juego. Se trató de acomodar el once con el ingreso de Amor, pero a los 23, el local se ponía arriba en el marcador con un golazo de Carbonero.

A la cancha Janson, Orellano y más tarde, el Gato Lucero para tratar de volver a nivelar las acciones. Sin llegar a mejorar en rendimiento, el Fortín lo fue llevando al Lobo contra la portería de Broun, con más empuje que ideas.

Otra vez el encuentro se partió. En una de las últimas, en tiempo casi cumplido, llegó el empate. Una pelota parada de laboratorio entre Gago y Ricky, terminó habilitando solo al pibe Orellano durmiendo a todos y rompiendo el arco. Empataba Vélez en la última y por ese mismo empuje casi lo termina ganando.