Nacido el 1º de enero de 1926, Ricardo Petracca compartió con Vélez la misma fecha de nacimiento. Su vida estuvo marcada por el amor incondicional al Fortín: primero como hincha apasionado, luego como socio, y finalmente como presidente en dos etapas (1978-1985 y 1991-1993). Su compromiso también lo llevó a ser el motor de la Comisión del Centenario y un referente clave en el desarrollo institucional del club.
A raíz de la importancia y vigencia de su obra como directivo, este lunes se llevó adelante un homenaje en la Institución que contó la presencia de integrantes de Comisión Directiva, Socios, autoridades del Departamento de Cultura de AFA y por su puesto, la familia de Don Ricardo: su esposa, Ana María Rodríguez; los hijos Erik y Christian; y sus nietos. Además, sobrevoló el recuerdo de sus dos hijos fallecidos, Eduardo y María Rosa.
La tarea de Petracca trascendió las fronteras de Liniers. En 1983, junto a Julio Humberto Grondona, fue uno de los fundadores de la Comisión de Fútbol Infantil de la AFA, una iniciativa pionera que permitió que miles de chicos tuvieran la oportunidad de competir, crecer y formarse en valores dentro de la disciplina. Aquella visión lo convirtió en un verdadero impulsor del fútbol de base en nuestro país.
Petracca supo defender con firmeza los intereses de Vélez, como cuando luchó para que el Estadio José Amalfitani fuera una de las sedes del Mundial 1978, logrando que el club afrontara las remodelaciones sin regalar ni hipotecar su futuro. Su estilo frontal y apasionado, sumado a su capacidad de gestión, lo transformaron en un dirigente respetado y querido.
Hoy lo recordamos con gratitud, como un hombre que dedicó su vida al club de sus amores y que trabajó incansablemente por el crecimiento de la Institución y del fútbol formativo en la Argentina.