El deceso de Ana a sus 73 años se produjo en la noche del domingo luego de pelar contra una larga enfermedad.

Fanática del Fortín como toda su familia, su padre Carmelo fue directivo durante la conducción de Don Pepe Amalfitani. Con el tiempo potenció aún más ese amor por Vélez desde que conoció a su entrañable compañero de vida, Carlos Eduardo Mousseaud.

Juntos formaron una hermosa familia velezana junto a sus hijos Fabián, Mariano, Anabella, Leandro y Milagros. En esa feliz unión, Ana enarboló con orgullo ser el sostén de Eduardo quien dedicó gran parte de su vida a Vélez. Ella siempre firme, estoica en base al amor y cuidando de sus hijos más chicos, nunca dejó de acompañar a su esposo y mucho menos en la concreción de su deseo de convertirse en Presidente del Club, durante el período 1999-2002.

Desde la Instiutción enviamos las más sentidas condolencias a la familia y amigos de Ana, especialmente a sus hijos y nietos, quienes mañana le brindarán un último adiós en el responso que se realizará en el Cementerio de la Chacarita.