Pocas veces la vida ofrece a una persona tan preparada adelante de los ojos de uno. Y si la oportunidad aparece, todos los sentidos deben estar alertas para escuchar y aprender. Gabriel Macaya habla de Preparación Física direccionada al Fútbol porque sabe, pero sobre todo porque desborda pasión por lo que ama. Durante dos horas logró desandar la composición de la puesta punto física de un jugador, y eso implica brindar conceptos de consumo oxígeno, nutrición, horas de descanso, psicología, genética, tiempos de trabajo, objetivos y preparación de los campos de juego. Un crisol de datos siempre respaldados con ejemplos o anécdotas que hicieron que las casi dos horas que duró el encuentro con los alumnos, hayan pasado volando.
Gabriel Macaya fue el preparador físico de Vélez entre 1996 y 2002. Osvaldo Piazza, Marcelo Bielsa, Julio Cesar Falcioni, entre otros, se nutrieron de su capacidad para calibrar equipos. En el barrio de Villa Luro creció, en su hogar de Milton y la vía del tren Sarmiento. Por eso para él, volver al Club al que describe como "mi casa", fue un motivo de alegría. Y más si se trataba de contar sus experiencias ante jóvenes con ganas de aprender. Las personas con amplios conocimientos no siempre son proclives a diseminarlos entre los demás. Gabriel Macaya es todo lo contrario: práctico, didáctico, ocurrente, simpático pero sobre todo, generoso a la hora enseñar.
Tanto al comienzo cómo en el epílogo de su encuentro con los futuros periodistas, abrió el abanico de consejos: llamó a que los jóvenes hablen de fútbol y no tanto de la vida del futbolista, que estudien idiomas pero sobre todas las cosas, que "se preparen con pasión". Así como logró trabajar en varios equipos de Argentina y el mundo con grandes entrenadores, instó a que los estudiantes prosigan ese camino. En definitiva, el único que lleva a la mejora continua en cualquier actividad que ellos emprendan.
"Están en una institución admirable. Cuando comparamos lo que es Vélez con los demás, estamos a nivel de muchos clubes de Europa en varios aspectos", aseguró reforzando la primera persona, esa que da cuenta su sentido de pertenencia con la Institución y sobre todo con sus Divisiones Juveniles: "Vélez tiene las mejores inferiores porque acá preparan al chico para que no sienta tanto el salto a Primera. Sumado a las horas de trabajo y a la calidad de los Preparadores Físicos que trabajan".
Con rigurosidad analítica, desplegó detalles certeros sobre las diferencias que existen entre Argentina y el viejo continente a la hora de preparar futbolistas para la alta competencia. "En el país muchas veces el futbolista pisa Primera con 17 años y en Europa lo hacen con 23 o 24. Y esa diferencia radica en 2000 horas de trabajo más que tiene el jugador europeo y que termina redituando en un mejor producto terminado para la alta competencia".
Las preguntas de los estudiantes fueron variadas. Desde la preparación que se utiliza hoy en día hasta qué opinaba de tal o cual deportista. Fernando Pandolfi recayó sobre la mirada analítica de Macaya por su "gran nivel de coordinación y técnica de carrera pero no le gustaba jugar al fútbol, él quería estar con sus amigos Christian Bassedas o el Lobo Cordone". También hizo mención sobre "la fuerza del Turco Omar Asad la vi en pocas personas", o que "el centro de gravedad tan bajo del Turu Flores solamente el 10% de los futbolistas lo posee". Para todo tuvo una explicación amparada en conceptos tan claros como didacticos a la hora de ser recibidos por quienes lo escucharon atentamente.
Ampliamente preparado para impartir conocimientos en virtud de sus grados facultativos en Preparación Física de alto rendimiento, apoyado en una gran capacidad de retórica que lo llevó a trabajar como Docente en la Universidad de Palermo, Gabriel Macaya dio cátedra una vez más en "su casa". Y el Instituto Velez, alumnos y autoridades, gustosos de semejante clase abierta regada de conocimiento y pasión sobre lo que se hace.