Hoy se cumple el 100º Aniversario de la fundación del Club Atlético Vélez Sarsfield. Cien años de una historia que tuvo a un personaje muy importante que fue fundamental para que la cuenta llegue a los tres dígitos. Un hombre que ligó su vida, su esfuerzo y salud; al destino de un club que hoy celebra y que no lo olvida.
Cimientos sólidos de cemento que con el tiempo llevaría su nombre. Sentimiento de cal, arena y ladrillo con forma de V azulada. "Yo no he venido al funeral de Vélez Sarsfield. ¡Mientras haya 10 socios, el Club sigue en pie!", retumbando de aquellos tempranos años duros de fútbol de ascenso en los pasillos y recovecos del gran estadio de hoy día. Radiografías de un hombre que ideó, soñó, vivió y sintió mucho más que un club de fútbol. Instantáneas de ese tano luchador que empleó su tiempo y sangre en el crecimiento incansable de nuestra gran Institución. José Amalfitani, Don Pepe. El responsable de que en el calendario se celebre el 14 de mayo como el ?Día del Dirigente Deportivo".
Con sus dos presidencias (1923 ? 1925 / 1941 ? 1969), en las que las más variadas situaciones golpearon, levantaron, ayudaron a caminar y crecer al gigante que hoy nos enorgullece. Desde ese doloroso descenso, detonante de una renuncia masiva por parte de los socios que llevó al Club a un estado de terapia intensiva. Así un ladrillo se posaba sobre otro, unidos y liados por mucho más que cemento. Allí la tierra de esos camiones con restos de demolición se detenían para rellenar aquel terreno que Don Pepe había conseguido a muy buen precio. Entonces el apoyo fundamental de la gente de Liniers y de la zona oeste, el proyecto de Amalfitani tomaba la forma, que hasta ese entonces, retumbaba en su mente.
Fue así como Vélez, con mucho esfuerzo, inauguró el nuevo Fortín en Barragán y Gaona (actual Av. Juan B. Justo) el 11 de abril de 1943. Poco a poco, el Club fue saneando su economía, y revirtió por completo su situación llegando a ser una de las instituciones más respetadas a nivel nacional por su excelente cumplimiento de la función social. De esa forma, crecía un grande a pasos agigantados sumado a ese lema que reza fiel ?Un socio que ingresa al club es un campeonato ganado?. Palabras más, palabras menos el legado estaba aferrado al sentimiento velezano.
Pero aquel campeonato deportivo también sumaría al campeonato social. Y en el recordado 1968, el Club Atlético Vélez Sarsfield escribía por primera vez en la historia grande del fútbol argentino su nombre de Campeón Nacional. La corona, la frutilla del postre que venía a endulzar de gloria tanto crecimiento a nivel dirigencial, social e institucional. Ese galardón redondeó a la perfección el trabajo de José Amalfitani.
Que esta mole de cemento, este teatro de los sueños pintados de azul y blanco lleve su nombre no pertenece al rango de las casualidades. Es el merecido homenaje a un hombre que construyó y delimitó el sendero que trajo a nuestro amado Vélez Sarsfield hasta aquí. Es la retroactividad de esa visión admirable. Es la fortaleza, tenacidad y personalidad de un hombre que levantó y vistió de gala a un gigante modelo de muchos con el paso de los años.
Allí, descansando en el Hall Central del Club y siendo parte de esta gran fiesta, el busto de Don Pepe sacude la memoria de muchos y mantiene latente un ideal que se aferra a mucho más que una Institución que hoy celebra sus primeros cien años de vida.
Carlos Alberto Martino.