Fútbol Amateur

Destacado Fecha 7: Thiago Ojeda

Por tercera semana consecutiva, la Séptima División aporta al Juvenil Destacado de la fecha. No es para menos si la Categoría 2003 que se reinventó luego de un semestre lejos de su nivel, ahora volvió a los primeros puestos. Y en ese logro, Thiago Ojeda tiene mucho que ver.

Por Diego Guitian

En Divisiones Inferiores suele darse una particularidad: No siempre llegan a Primera los jugadores que son titulares consolidados desde los inicios de su Categoría. Claro que jugar seguido allana el camino y brinda más herramientas ante el aprendizaje, pero muchas veces otros chicos no suman minutos porque su talla chica genera el temor a que los lastimen. Así le pasó a Álvaro Barreal y Luca Orellano, o mismo Matías Vargas, quienes eran pequeños y no jugaban en los primeros años de Inferiores.

Algo similar le sucedió a la Figura del último fin de semana. Thiago Ezequiel Ojeda (Buenos Aires, 12-1-2003) llegó a Vélez a los 7 años desde su San Martín natal tras una prueba que le consiguió Omar Romero, el padre del Tigre Maxi. Forjado en el Fútbol Infantil, su buen pie se destacaba pero su baja estatura lo eximía muchas veces de jugar. Incluso la llegada de otros compañeros lo postergaron un poco. Sin embargo, fue paciente y siguió entrenando hasta que este año empezó a demostrar quién es.

"Yo sabía que en un momento me iba a llegar la chance. Con paciencia, se me abrió la posibilidad", dice después del partidazo en el que fue figura ante San Lorenzo: una asistencia, un gol y a él le cometieron el penal para golear 4-1 en el Bajo Flores. Thiago estuvo imparable para la defensa azulgrana. "Me vi bien, creo que ayudé mucho en la vuelta, corriendo, recuperando la pelota y yendo para adelante también. Siento que estoy en mi mejor año, me ayuda mucho mi familia, el entrenador Héctor Manfredi y mis amigos a que mantenga este presente".

Una de las virtudes de Ojeda es jugar el uno contra uno ante su marca. No tiene problemas en proponer una finta o bien descargar, pasar e ir a buscar de nuevo el balón. En el cambio de marcha, hace la diferencia y en parte se debe a su larga zancada que muestra cuando rompe líneas, producto de su longitud (mide 1,87 m) que obtuvo tras el "estirón" que pegó en los últimos tiempos.

Dice mirar mucho a Leandro Paredes y a Juanfer Quinteros, y por supuesto a Nico Domínguez. El sábado se paró como enganche ante la ausencia de Elías Cabrera pero es normal verlo por una de las bandas. Y mientras disfruta de su mejor año en el Club, sabe muy bien el cambio que debió emprender para ser tenido en cuenta: "Es otra velocidad jugar en AFA respecto a Liga Metropolitana donde jugué en Octava y en Novena. Aprendí a usar los brazos, a soltarla más rápido, algo que me costaba. El Ruso Manfredi tuvo que trabajar mucho conmigo, no volvía para marcar...era un vago. Si no corrés, no jugás, siempre me dijeron. Por suerte entendí que debía sacrificarme más".

La cuarta victoria en fila mantiene a la Séptima puntera en la Zona A con 17 unidades. El equipo pugna por uno de los dos lugares disponibles para acceder a semifinales y si bien el objetivo no está lejos, se le vienen partidos muy difíciles. Argentinos (líder de la Zona B) el sábado, Godoy Cruz, River, Boca y Lanús; todos rivales que pelean arriba. "Ahora estamos muy bien, con mucho compañerismo logramos salir adelante luego de un primer semestre difícil. Falta jugar con muchos rivales complicados pero sabemos que para ellos no será fácil enfrentarnos y nosotros le podemos ganar a cualquiera", avisa convencido de la fé que se tiene.

Thiago Ojeda es uno de los tantos jugadores que tuvo que esperar para empezar a disfrutar. Ahora proyecta en grande ("claro que me veo en Primera en un tiempo, por algo estoy acá") mientras se desempeña como el futbolista de mejor rendimiento en la División. Nadie sabe dónde va a llegar, pero en caso de algún día cruzar la calle que divide la Villa Olímpica, esta nota dará crédito que el 2019 fue el año del despegue: atrás quedó el chiquitito que jugaba bien, ahora es el lungo que gambetea y va para adelante con furia y la ilusión de ser alguien en el fútbol.