Fútbol Amateur

Destacado Fecha 4: Raúl Cabral

A fuerza de potencia y sangre fría donde el tiempo no sobra, Raúl Cabral marcó sus primeras dos conquistas en el Fútbol Juvenil y fue la Figura del último fin de semana. La carta ofensiva de la Novena, con mucho por aprender todavía, empieza a dar que hablar.

Por Diego Guitian

Atrás quedaron los tiempos de centrodalentero en aquella Final con Boca, a fines de 2016, por el Campeonato de AFA Infantil. Bajó toda pelota que pasó por su lado, pivoteó y descargó o encaró con furia. No pudo marcar en el 2-0 que significó el primer título de la Categoría 2005 pero se las arregló para ser uno de los mejores en el equipo que dirigía Gastón Saccani. Hoy juega detrás del 9 y de a poco va aprendiendo las mañas del puesto. Se llama Raúl Ignacio Cabral y gritó dos veces para el 3-1 de la Novena sobre Newell´s. Así, se consagró como la Figura del último fin de semana.

El 22 de febrero cumplió 14 años. Vive con su madre y hermanos en Laferrere. Cinco temporadas atrás llegó a Vélez gracias Paulo Arena (padre de Nahuel, ex futbolista de la Institución), por aquel entonces Técnico en el Fútbol Infantil y en el Baby de la Asociación Atlética Esparta. De Tapiales a Ituzaingó, con estadías en el Polideportivo, trazaba el recorrido del GPS de Raúl. Esa vía suplantó a la anterior, en sus comienzos, cuando jugaba en Parque Chas y defendía los colores de River.

Se resiste a definirse como jugador y retruca con un "que lo digan mis compañeros, yo soy humilde". Ante la insistencia de quien escribe, y dejándole en claro que ser humilde es otra cosa, se definió como "un enganche con mucho gol que realmente trata de mejorar día a día". Por lo pronto el sábado gritó sus primeras dos conquistas en Juveniles para vencer a la Lepra 3-1. Respecto a la actuación colectiva, sostuvo: "somos un equipo por sobre todas las cosas fuerte que peleamos para ser un gran equipo. Y yo me apoyo en ellos, porque sin el equipo no sería nada", vuelve a repetir para dejar en claro su modestia.

El 1-0 fue una jugada por derecha, Cabral deja parado al defensor y define al palo del arquero. Y al 3-0 parcial le puso la firma con un derechazo cruzado luego de una enorme jugada colectiva. Arranca en la posición de enganche y llega como centrodelantero. Se entiende cada vez más con Máximo Mamani, Luis Ayala y Gianluca Bosch, sus compañeros de ataque. De a poquito empieza a demostrar sus dotes en ofensiva, acentuando las virtudes con las que despertó elogios en el Fútbol Infantil.

Ahí va Raúl Cabral, el que sueña con jugar en la Primera de Vélez, vestir la Albiceleste y el que tiene como referente a Thiago Almada. El Negro, como lo llaman sus compañeros, empezó a escribir su historia la cual espera ser completada con varios capítulos como los del sábado pasado.