La Séptima es la única División de Vélez con arranque perfecto en el torneo. Dos victorias en idéntica cantidad de partidos y en ambas, Jonathan Alessandro Berón dejó su firma. Luego de un gran 2018 que no terminó de la mejor manera a causa de una fractura de peroné que ya no presenta dolencias, Joni pisa fuerte en 2019: Dos carreras largas ante Argentinos en la primera fecha y frente a Talleres el último fin de semana, desembocaron en exquisitas definiciones a un palo. Desbordes, apiladas, desmarques que encuentran pases y terminan en paredes. El Tanque tiene luz verde y no se detiene.
"Veo bien al equipo, estamos muy enchufados. Cambiamos mucho respecto al año pasado y estamos con muchas ganas. Y en lo personal me veo bien, hablo todo el tiempo con el técnico que me da muchas herramientas y me ayuda a crecer", subraya el delantero nacido en San Nicolás de los Arroyos el 9 de junio de 2002.
El entrenador del que habla es José Griecco, quien conoce muy bien a Berón tras formar parte del Área de Scouting que lo descubrió allá por 2015 a minutos de la Ruta 9, cuando defendía los colores de Argentinos de Fighiera. "Pepe me pide que junte a los centrales y tire diagonales hacia los pasillos para liberar espacios a mis compañeros. Y la verdad que nos exige mucho pero también nos da un beneficio porque todo ese esfuerzo después lo demostramos en la cancha", agrega el Tanque.
Las variables en los puestos ofensivos, no lo condicionan. Arranca como centrodelantero y se va desplazando en función de lo que demanda el conjunto. Jonathan no solo saca ventaja por su potencia, también por su velocidad y en función de esas cualidades, explica sus movimientos:

"Me estoy sintiendo muy bien adentro y también lo hago por afuera; sé que una de mis virtudes es la velocidad. Y adelante estamos muy finos los cuatro, tanto los extremos Fede Versaci como Luciano Maidana, como Juan Ghía, el enganche; nos entendemos bastante. Suelo bajar a dar una mano siempre que quede una referencia arriba porque estamos capacitados para hacer el laburo del otro".
Fuera del traje de goleador, la vida lo encuentra cursando el segundo año del Secundario en el Nacional 13. Reside en la Pensión del Club, un hogar que no le resultó fácil en sus inicios pero que hoy lo alberga como uno de sus mejores hijos: "Llegué hace tres años y la verdad que los primeros meses me costó adaptarme, pero te vas juntando con compañeros y todo es más fácil. Mismo la contención que encontramos en el Club con los Talleres que suelen hacerse los días viernes o el apoyo escolar a través de Luisina (Toscano) que nos está muy encima y eso es muy bueno", señala Jony.
Tiene cara de niño pero adentro del área, empieza a demostrar notoria madurez. Y en carrera larga, arrea rivales a pura potencia. De jugar en Argentinos de Fighieras a Talleres de Córdoba donde quedó libre y desde hace tres temporadas, titular con la V en el pecho. "Quiero hacer más goles, crecer todo el tiempo y llegar a Primera", enfatiza convencido. Sus logros envuelven un sueño y si lucha con las mismas ganas y condiciones que demuestra sábado a sábado, su nombre dará que hablar.