Fútbol Amateur

"Inculcarle a los chicos el amor que los Zárate sentimos por Vélez"

Como un círculo que se cierra, Ariel Zárate regresa al club que lo moldeó como futbolista para dirigir a la Octava División. En un mundo cada vez más desafiante con los adolescentes, el chino confiesa que el objetivo será "formar personas y que entiendan que jugar en Vélez es un privilegio".

Como un círculo que se cierra, Ariel Zárate regresa al club que lo moldeó como futbolista para dirigir a la Octava División. En un mundo cada vez más desafiante con los adolescentes, el chino confiesa que el objetivo será "formar personas y que entiendan que jugar en Vélez es un privilegio".

Pasarán los años y la Categoría 1974 será cada vez más grande en la historia de Vélez. Sus integrantes, casi un equipo entero, fueron el recambio perfecto del Plantel que ganó todo en la década del 90. Pero "si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia". Salvo Christian Bassedas, los clase 1973 no tuvieron esa suerte (ni quizás las condiciones de los un año más chicos) de "pertenecer" al equipo de Carlos Bianchi y tocar el cielo con las manos. Damián Manusovich, Ernesto Colman (ex PF del primer equipo) y Roque Ávila, por citar algunos nombres, debieron emigrar y desarrollar su carrera lejos del Fortín.

Otro de los "exiliados" de la 73, futbolísticamente hablando, fue Ariel Zárate, el tercer hermano de la fastuosa "Dinastía Zárate". El hincha de Vélez nunca lo disfrutó al Chino, aquel volante diestro de muy buena pegada que anduvo por Italia, Alemania, México, España y en el país defendió los colores de Morón, Tristán Suárez y All Boys, con quien debutó en la máxima categoría enfrentando a...Vélez Sarsfield, durante 2010. Hoy vuelve a las Inferiores, al lugar que lo vio por última vez con la camiseta del Fortín. En su segunda experiencia como Entrenador, estará a cargo de la Octava División.

-¿Qué siginifca volver a Vélez?

-Pasaron muchos años y toda una carrera por delante. Siempre tuve la ilusión de volver al club que tanto me dio y que tanto identifica a toda mi familia. Es un placer, un privilegio y un orgullo estar dentro de la grilla de Formadores de Vélez.

-Imagino que entre los desafíos que tendrás por delante dirigiendo chicos de 15 años, será frenarles la ansiedad por irse tan jóvenes a Europa, algo que a vos te tocó vivir.

-La decisión que tomé fue un poco apurada. Viendo como venía el panorama, estaba muy tapado porque tenía muchos jugadores adelante. Mismo la camada 74 era muy buena y tenían mejores posibilidades que nosotros porque en esa época, el único que había subido de Categoría era Bassedas. Salió la posibilidad de irme al fútbol alemán con mi hermano Sergio y primó un poquito lo económico por sobre seguir esperando.

-¿Te arrepentís?

-Con el tiempo uno se arrepiente de algunas cosas y en aquel momento podría haber esperado un poco más, es verdad. Pero ya pasó, las decisiones fueron tomadas, acertadas o no, y estoy contento con la carrera que hice.

-Hablando del presente. ¿En qué momento te llega esta nueva oportunidad?

-Es un buen momento para mí. Vengo de tener mi primera experiencia como Entrenador dirigiendo a Deportivo Merlo en la B Metropolitana. Las condiciones no son las mismas que dirigir en un club con el prestigio de Vélez pero me preparé para esto. Siempre es bienvenida la chance de estar acá.

-¿Siendo un Zárate te puede resultar más fácil infundirle a los chicos el amor por Vélez?

-Será una premisa para mi inculcarles la identificación que tenemos con Vélez. Es difícil pero tengo un año por delante donde intentaré hacerles entender que están en una institución muy buena y que tienen el privilegio de jugar en ella. El jugador debe darse cuenta de eso y más viniendo de una persona que lleva tanto tiempo ligada al club. Si me pongo a pensar, desde comienzos de los 80 que hay algún Zárate en Vélez.

-Y mientras tanto, la dinastía sigue su curso…

-Sí, vienen más en camino. Está mi hijo Luca que juega en Cuarta División, Tobías, el hijo del Roly, en Sexta y después tenemos uno más chiquitito que está en infantiles.

-¿Le pega bien a la pelota?

-Sí, le pega bien. Todos tienen esa característica en la familia (risas), para algo sirvió aprender.

-¿Cuánto se aprende y cuánto debe ser innanto en la pegada?

-Los cuatro fuimos muy parecidos a la hora de pegarle a la pelota, especialistas en tiros libres. Yo creo que eso se puede aprender pero tiene que ser innnato, tener algo adentro. Y si obviamente lo perfeccionás, mejor aún.

-¿Con qué grupo te encontraste al tomar las riendas de la Categoría 2002?

-Todavía los estoy conociendo. No los había visto mucho a los 2002 porque siempre seguía a mi hijo (1998) y a mi sobrino (2000). Tengo referencias del Chelito Bravo que los tuvo el año pasado pero no me quedo con eso, quiero conocerlos en el día a día. Veremos qué determinación tomo a la hora de formar el equipo.El trabajo que se hizo el año pasado fue excelente. Mejorar eso será un reto y para mi será un reto muy especial al ser mi primer año en Vélez. Intentaremos mejorar técnicamente y en todos los aspectos a estos chicos, ese es mi mayor desafío.

-¿Cómo está siendo tu contacto con ellos en estos primeros días tras la vuelta al trabajo?

-La parte inicial de las Pretemporadas suelen tener a los profes como protagonistas. Pero está consensuado que todos los días pueda ver como entrenan la técnica para ver en qué deberemos mejorar. El día a día me dirá qué debo potenciar de ellos, qué errores corregir o mejorarlos porque es una edad muy chica donde es complicado volcarles mucha información.

-Además de la parte técnica y de lo físico, tendrás otros desafíos con adolescentes a tu cargo...

-Por supuesto. Hay que preparar personas y si los preparás bien, tendrán mejores chances de que sean buenos futbolistas. Es complicado lo que se vive en el país y todo lo que rodea a los chicos. Los padres a veces llegan a cierta desesperación por querer que sus hijos crezcan de golpe. Es una etapa donde la paciencia será la clave. Por eso la palabra Formador es la que mejor nos queda, para formar personas y futbolistas".

-¿Qué objetivos te ponés por delante?

-Me conformo con llegar a fin de año y ver qué los jugadores han mejorado muchísimo. Obvio que los resultados siempre ayudan para trabajar más tranquilos pero creo el primer objetivo será formar personas.