Vélez goleó a Arsenal en el Julio Humberto Grondona, por la fecha 21 de la Superliga, con la presencia del hincha velezano que acompañó en gran número en Sarandí.

Con una muy buena actuación en todas las líneas, el Fortín volvió al triunfo en el campeonato y merodea (con un encuentro menos) la zona de Libertadores.

Con variantes obligadas por la expulsión de Lautaro Giannetti que fue cubierta por el regreso de Luis Abram; pero con la mayoría de jugadores que venían de conseguir la clasificación a una nueva fase de Sudamericana en la altura de Quito.

El equipo de Sergio Rondina se presentaba como una amenaza debido a los antecedentes de buen juego y buen trato de balón, reflejados en la destacada campaña desarrollada en la Superliga.

Desde el comienzo se notaron amplias diferencias entre uno y otro. Vélez se asumía protagonista con el balón y tratando de abrir los espacios de un Arsenal que aguardaba muy refugiado en su campo, evidenciando dudas en la última línea e imprecisiones que se iban a pagar caro.

El equipo de Heinze olió sangre y fue por todo. Avisó en la primera con un buen desborde de Thiago por izquierda, quien con un centro bajo asistió a Romero, que por el medio y a la carrera definió al cuerpo de Sappa.

Pero en cuatro minutos y antes de los 20, ya la visita ganaba por 2 a 0. Si, se enchufó Janson por la izquierda y cambió la historia. Primero para escapar de Torrent y Pereyra, y habilitar a Pittón quien cedió a Centurión. Ricky se perfiló de zurda, definió al palo lejano y marcar un golazo.

Segundo, para meterse en el área y someter con una bomba baja al arquero Sappa. Dos golazos para dejar nocaut al rival.

Vélez ganaba tan bien que hasta tuvo varias más para aumentar el marcador. Le anularon un gol de cabeza a Romero por offside. En la otra, Thiago enganchó en el área y se molestó con el Tigre en el momento de la definición. Galdames también probó de afuera y generó la buena respuesta del uno del Arse.

El conjunto del Viaducto era una invitación a atacarlo, ante malas salidas y los huecos en el fondo, fue Emiliano Papa el único que salvó la ropa.

Si algo faltaba para cerrar el partido en el segundo tiempo era un gol de Vélez. Llegó al minuto. Buena presión de Cufré en mitad de cancha a la salida adversaria, el 3 se asoció con Maxi Romero, quien encaró para al único defensor que quedaba en el camino antes de enfrentar al arquero. El Tigre se acomodó en el área y definió cruzado en una exquisita acción.

Con toques y buen fútbol, el equipo de Heinze le fue bajando la persiana al juego ante un conjunto local que no reaccionaba por más cambios que mandaba a cancha Rondina.

En otra muy buena acción, Romero puso el segundo de su cosecha, el cuarto del Fortín. Pelota profunda de Pittón al pecho del 19 que la bajó para su zurda y lo fulminó al uno. Goleó, gustó, ganó y rompió todas las malas rachas.

Aplausos y delirio del hincha en la comunión perfecta de un domingo redondo.

Muy buena presentación de Vélez que suma en crecimiento para terminar lo más arriba posible en el campeonato.