Fútbol

Ischia: “Mi corazón tiene los colores de Vélez”

Luciana Ischia es kinesióloga y le dicta clases de Pilates de manera remota al plantel profesional de fútbol de Vélez en esta etapa de cuarentena. En esta charla, conoceremos su trabajo diario, los beneficios que aporta este método a un jugador y parte de la historia de la hija del querido Carlos.

?Fue un desafío enorme y una alegría muy grande por el hecho de trabajar con un plantel de primera, sabiendo que no es fácil llegar donde llegaron ellos?, cuenta Luciana.
Por Carlos Martino

El método Pilates, o simplemente Pilates, es un sistema de entrenamiento físico y mental creado a principios del siglo XX por Joseph Hubertus Pilates, quien lo ideó basándose en su conocimiento de distintas especialidades como gimnasia, traumatología y yoga; uniendo el dinamismo y la fuerza muscular con el control mental, la respiración y la relajación.

Ésta definición es fácilmente detectable en cualquier buscador de la red o enciclopedia física que hable y dé referencias sobre el tema.

La vinculación de la práctica de este método con el fútbol suena distante; pero en las siguientes líneas, en los párrafos venideros, vas a encontrar un hilo conductor, un nexo de vital importancia para su implementación.

La conexión de las dos disciplinas en Vélez tiene nombre y apellido. Luciana Ischia es kinesióloga. Su fuerte es el RPG (Reeducación Postural Global) y hace 16 años que es profesora de Pilates.

En 2004 viajó a Brasil y un año más tarde logró la certificación allí. Antes, cursó en el Instituto Dr. Dalmacio Vélez Sarsfield el Profesorado de Educación Física.

“Vélez fue durante mucho tiempo mi segundo hogar. Me formé como profe de educación física. Antes de eso fui jugadora de Vóley en el club. Pasaba casi todo el día ahí, tomaba clases de cultura e iba a la cancha los fines de semana”, cuenta Luciana.

Hace más de dos años que trabaja en Vélez como kinesióloga en el Departamento Médico. Allí, aprovechó para armar un estudio de Pilates para implementar la técnica con sus pacientes kinesiológicos. La cuarentena decretada por la pandemia postergó la finalización de la refacción proyectada para el espacio destinado a dicha disciplina.

“Cuando me llamaron para trabajar como kinesióloga hubiese ido gratis porque amo al club. Quería que mis hijas tuvieran la vida que tuve yo dentro de la institución y por eso las hice socias, para ir a gimnasia, a la colonia. Es el club más lindo de la Argentina, es hermoso”, asegura con convicción.

Su historia se divide en dos. Lo que cuenta vivido en primera persona, desde las clases de cultura y el tiempo en una cancha de Vóley. También, desde la platea, alentando al equipo de su viejo, el querido Carlos Ischia, quien defendió la camiseta velezana en los ochenta; quien más tarde se puso el buzo de ayudante de Bianchi en la era más prolífera en la historia velezana; y el que también se vistió de entrenador unos años más tarde. El que en estos tiempos alienta desde las gradas. “Cuando se enteró que empezaba a trabajar en el club me felicitó, le encantó. Ahora trabajando con el plantel también. Le pedí consejos y me pregunta cosas. Está muy contento porque es de Vélez, va a la cancha siempre con su mujer y son muy fanáticos”.


“Como mi papá trabajaba en el club primero como jugador y luego como técnico, es una pasión, y mi corazón tiene los colores de Vélez”.


La necesidad vital de estar en casa, modificó el normal desarrollo de las actividades. Para ser más claros, cambió todo. Para Luciana también fue un desafío adaptarse a los nuevos tiempos y variar la manera en dictar las clases. “La cuarentena modificó bastante las formas, ya que no puedo dar clases en el estudio. Las doy de manera on line, por eso empecé a hablar mucho con los alumnos. También con los pacientes, ya que tengo muchas personas de kinesiología que hacen Pilates, que son grandes y les cuesta un poco todo esto de conectarse. Algunos se engancharon, otro no. Tuve que modificar muchas cosas para trabajar en cuarentena”, y agrega: “en Pilates tenemos muchas herramientas para trabajar en las clases sin los aparatos. Cambiamos la dinámica de las clases, sin perder los métodos y los principios de la actividad”.

Su arribo al Departamento Médico del Club, su excelente labor y la relación con los colegas del área fueron los antecedente que genereraron su desembarco en el plantel profesional de fútbol de Vélez Sarsfield. “Se dio por Marcelo Pacheco, que es un colega que conozco y que trabaja con el grupo. Me hizo la propuesta ya que vio que estaba dando clases on line gratis en cuarentena y por la manera que tengo de trabajar. Como es un método de acondicionamiento físico y en la Villa Olímpica se trabaja también con aparatos para esa función era una propuesta para sumar al plan de trabajos semanal del plantel”.

La profesora de Pilates, la que vivió toda su vida en el club, estaba frente a la posibilidad enorme de trabajar con una plantilla de fútbol por primera vez. Una oportunidad única. “Fue un desafío enorme y una alegría muy grande por el hecho de trabajar con un plantel de primera, sabiendo que no es fácil llegar donde llegaron ellos. Si bien es un método de acondicionamiento físico, trabaja tanto el cuerpo, la mente y el espíritu. Se busca que la persona no sólo logre cambios físicos estructurales para mejorar su postura, su alineación, su simetría; sino también mejorar la salud. En alto rendimiento, generalmente decimos que no es salud, ya que lleva a mucho esfuerzo físico y lesiones. Los ayudamos a equilibrarse, mejorar postura y flexibilidad. Es indispensable para ellos”; al mismo tiempo señala que no es difícil la interacción ya que “todos están muy predispuestos y van avanzando un montón”.

La relación entre el método y la preparación del futbolista es clara y necesaria. Las palabras de la protagonista de esta historia narran ese complemento exacto muy beneficioso para el presente y el futuro. “Son jugadores de fútbol que entrenan todos los días y hasta con sesión a doble turno, con ejercicios muy intensivos. Es por eso, que un principio, encaramos los entrenamientos con Pilates haciéndolos más desafiantes para ellos, más que nada para que se enganchen. A medida que fueron pasando las clases, íbamos desglosando más los acciones, que las razonaran mucho más ya que es un mecanismo de mucha conciencia corporal. Intentamos que vayan logrando esa conexión con su cuerpo. Ellos ya tienen una conexión muy fuerte de cuerpo, mente y espíritu, ya que son personas que salen al campo de juego y se juegan todo. Si no están concentrados no pueden jugar. Es llevar su cuerpo a otro lado, sentirse cómo están ese día”.


“Esa conexión que buscamos en el día a día se fue mejorando un montón porque se los ve más concentrados, hilando más los ejercicios, cumpliendo los objetivos”.


Como cuenta Ischia en la forma de adaptarse al trabajo a distancia, las herramientas tecnológicas juegan a su favor en este rol. “Estamos trabajando vía Zoom con todos los ejercicios de Pilates MAT, que son de colchoneta, de suelo. Hay algunas clases en las que agregamos bastón, en otras con bandas elásticas, pelotitas de tenis. También sumamos el balón de fútbol para reemplazar un elemento que en Pilates se llama -Magic Circle- para aumentar la conexión”, repasa y aclara que “empezamos con una clase semanal con todo el grupo y luego, para controlarlos mejor, hicimos dos clases y me empezó a ayudar Laura Casasnovas que es una compañera formada en Estados Unidos. Entre las dos vamos controlando las ejecuciones mientras una muestra los ejercicios”.

Además, esta implementación de Pilates como parte de plan de entrenamientos para el equipo de Mauricio Pellegrino muestra sus frutos en los propios jugadores. “Siempre se muestran bien predispuestos en todas las clases. Tuvimos devoluciones de jugadores que se sienten mejor. Hay muchos chicos que ya hacían antes y se nota en la ejecución de los ejercicios”.

Como toda norma transitoria, el aislamiento social pasará. La nueva normalidad marcará nuevas pautas a toda escala. Pensar un futuro luego del COVID-19 es incierto. Una de las certezas que se obtuvo durante esta etapa la refleja Luciana, apostando a ampliar la actividad más allá de esta cuarentena. “Para mí es un complemento muy importante y completo para los jugadores. No sólo para el fútbol, sino para cualquier deportista de alto rendimiento y para a las personas de vida normal que lo quieran hacer. A los jugadores lo ayuda aún de grandes para evitar dolores y lesiones crónicas. Me dedico hace quince años, lo practico y es salud, me hace sentir bien”.