Luego de 228 días sin partidos oficiales, El Fortín volvió al ruedo en su casa. Se hizo muy largo el retorno a los campos de juego entre pandemia, entrenamientos virtuales con el nuevo cuerpo técnico, prácticas presenciales, arribo de nuevos jugadores y la salida de otros futbolistas. La espera se agotó, y aunque lamentablemente sin público, Vélez volvió a decir presente por CONMEBOL Sudamericana con un empate que deja gusto a poco pero que, atendiendo a las circunstancias antes descriptas, frente a un rival como Peñarol que disputó 17 encuentros desde que volvió el fútbol en Uruguay el 9 de agosto, no asoma como un dato menor.

Como digno cruce de certamen continental, el pleito arrancó encendido. Matías Britos presionó a Lautaro Giannetti y se llevó el balón, penetró al área y asistió a David Terans que disparó desviado. De inmediato, respondió el local. Zurdazo entrando al área de Pablo Galdames y brillante respuesta del guardameta Kevin Dawson. Tras el córner, Agustín Bouzat disparó por encima del horizontal. No se habían jugado seis minutos que el arranque frenético dominó la escena en Liniers.

El Fortín siguió controlando el balón y cuando no lo tenía, presionando con determinación. Así entre Bouzat y Tomás Guidara forzaron la salida de Joaquín Piquerez, robó el Chiqui y culminó la jugada con un zurdazo que se fue cerca del vertical derecho.

La visita recuperó la calma y tuvo momentos de predominio en el manejo de la pelota. Así se presentó su segunda chance clara luego de un centro de Britos y posterior remate de Terans en el poste. De golpe Vélez empezó a sentir el asedio de su rival que, si bien no lo tradujo en dominio absoluto, complicó con sus pelotas cruzadas a espaldas de los laterales Fortineros. Y a la hora de retomar la conducción, la salida fue lenta desde el fondo y con sus líneas muy juntas ante un Carbonero que le cerraba muy bien los espacios.

Sin mayores aproximaciones ni acciones relevantes, se fueron al descanso ambos conjuntos con el marcador en cero.

El complemento comenzó con una manifiesta superioridad de Peñarol. Con Rodríguez y Trindade controlando el medio, las pelotas salían rápidas hacia las bandas y ahí crecían sus extremos. En la más clara, el palo volvió a salvar a Alexander Domínguez luego de que Terans rematara en soledad y algo exigido sin fortuna. La jugada nació de un lateral que sacó mal Guidara por apurarse. Y ahí una circunstancia que se dio en gran parte de la noche: jugar rápido podía volverse un problema si se ejecutaba sin precisión.

A los 20 minutos, Pellegrino dispuso dos cambios. Los ingresos de Ricardo Centurión y Ricky Álvarez por Bouzat y Mancuello le imprimieron mayor determinación en ataque al conjunto. Y 10 minutos después, con Luca Orellano y Cristian Tarragona en cancha, se terminó de confirmar. Dichas modificaciones adelantaron al equipo, lo dotaron de más herramientas buscando la valla rival pero así todo costó encontrar jugadas de peligro más allá de un remate alto de Galdames.

Con tiempo cumplido, hizo su debut en la máxima categoría Florián Monzón, atacante de 19 años. Con la entrada del tucumano, el equipo sumó más peso arriba. Y justamente yendo con más ganas que fútbol, un tiro libre de Álvarez culminó en las piernas del guardameta Dawson que terminó salvando su valla en lo que fue la acción más clara del Fortín en el segundo tiempo.

El árbitro Derlis López pitó el final. Como aspectos positivos se rescata mantener el arco en cero y el retorno en muy buena forma de Fernando Gago. Luego de 7 meses y 15 días, Vélez volvió al ruedo ante un Peñarol que sumó con el de hoy, 18 partidos entre Copa y Torneo desde el 9 de agosto. La diferencia de rodaje predominó en gran parte de la noche pero la llave continúa abierta.

Dentro de siete días en el Estadio Campeón del Siglo, los de Pellegrino jugarán su pase a Octavos de Final. Y por supuesto que se puede soñar "con seguir de Copas", Fortín.