Corría un minuto de juego del primer cuarto, cuando por la punta izquierda un desborde de Nehuel Ayala culminó en un gran control y posterior remate de Juan Ramos para abrir el marcador. Amanecía el partido y el Fortín pegaba primero.

El 2-0 fue fruto de la madurez del local a la hora de manejar el partido. Alejo Pereyra tras un córner corto, colocó la bocha en el ángulo para festejar como se debe su grito goleador. Fue la última jugada del segundo cuarto y con el 2-0, Vélez empezaba a saborear las miles de una nueva victoria.

Prácticamente sin respuestas, el conjunto quilmeño solo atinó a defenderse y jugó cada vez más lejos del arco local. Antes del epílogo llegó la estocada final luego de otro córner corto, que rubricó Emmanuel Vaquero con extrema precisión a media altura.

El Fortín siguió insistiendo y pudo ampliar la ventaja pero la impericia en la definición, y otro tanto la falta de fortuna, despejaron la posibilidad de una goleada más abultada. De todas formas fue suficiente el 3-0 para conservar el segundo escalón en las posiciones - con un partido menos que el líder Universitario de La Plata -, y sostener vigente con el sueño de ascender a la máxima categoría.